Ha llegado septiembre. En el aire flota el aroma que desprenden los libros nuevos, las agendas sin garabatear, la madera de los lapiceros con la punta afilada....
Todos, los años, (y ya empiezan a ser unos pocos), siento un hormigueo en el estómago. Son mis nervios, muy parecidos a los vuestros. Es un conjunto de emociones que se mezclan: curiosidad, ilusión por los nuevos retos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario