jueves, 17 de diciembre de 2015

CIGARRAS Y HORMIGAS

Desde hace un tiempo, en múltiples revistas especializadas y  blogs de recursos humanos, no dejo de leer este nuevo mantra: hay que buscar que los trabajadores estén felices en sus puestos  de trabajo. Y...
¿Por qué ese interés mundial en el hapiness de los workers?

Voy a desarrollar esta cuestión, desde dos puntos de vista, antagónicos, aunque, me inclino claramente por uno de ellos, pero dejo a vuestra capacidad crítica el que reflexionéis sobre el tema.

Empezaré por la primera visión, la más oscura. La premisa de la que parto es considerar  que el trabajo está sobrevalorado, y lo digo, con todas las palabras, aún sabiendo que en estos tiempos de escasez de este recurso productivo, es el ansiado dorado de la mayoría de las personas con capacidad de trabajar

Ya la Biblia en su Genésis señalaba que el trabajo era un castigo que cayó sobre la humanidad, tras cometer "pecado" los primeros hombres. Y es así, como esta palabra, en su orígen hebreo significa esclavo.

Desde ese momento apple, en los siguientes periodos de la historia, Egipto, Grecia, Roma, Edad Media, sólo trabajaban los siervos o los que no poseían ningún derecho... En España aún en el siglo de oro de nuestra civilización ibérica, los hidalgos, preferían morir de hambre y aparentar un estatus antes que trabajar.
Fue en los últimos siglos y bajo los influjos de la ética protestante, cuando el trabajo aparece como un atributo que nos ennoblece.
En la actualidad, no solamente es un elemento de virtud, sino que además se considera la quintaesencia de la autorrealización si conseguimos ser felices mientras producimos.

¿Por qué plantearnos estas disquisiciones? Hace unas semanas fuimos con un grupo de alumnos a unas charlas que eran para empresarios, y comprobamos como insistían mucho en esta idea: "Intenten que sus trabajadores sean felices". Ante tanto altruismo, casi consiguieron conmovernos, pero nuestra alegría callada, se vio frenada por una fábula que venía a ilustrarnos en esta aseveración, por si acaso no habíamos entendido el mensaje. Nos contaron la Fábula de la cigarra y la hormiga pero en versión post moderna:

La cigarra era la gran triunfadora. No trabajaba, hacía networking, salía y se enriquecía haciendo una empresa de grano para cigarras que no querían trabajar. Mientras tanto, la hormiga perdía el tiempo trabajando duramente. Dado el éxito del negocio, la cigarra, después de realizar un concienzudo análisis DAFO,  optó por coger a los trabajadores más productivos que pudo.... ¿y quién eran?....pues....las hormigas...Pero no contenta con este maquiavélico planteamiento, la cigarra pensó, que para tener más beneficio, las hormigas debían estar contentas con su trabajo...¿para qué?.... Para PRODUCIR MÁS, y ella cigarrear....

Ante tan reveladora moraleja, a la salida conversamos sobre esta metáfora. Tanto a los alumnos como a mi, nos impactó este planteamiento, por su aparente benevolencia, y la sútil perversión que encierra.

Así que, en nuestro humide entendimiento creemos haber encontrado la respuesta a  el por qué de la moda del  compromiso , la motivación, etc,... no es por el bien del trabajador... sino por el de la EMPRESA, tengámoslo claro.... por si alguién no lo tenía...

La otra visión, por poner las dos, es que los empresarios, no sólo pueden tener como preocupación la obtención de beneficios. Buscan, lo que también está muy manido últimamente, la Responsabilidad social.... la ética de los negocios. Desde esta óptica, intentan que al emprender un negocio, se tenga también una búsqueda de  sentido de vida, o de trascendencia...

Por tanto, estamos, bajo mi insignificante opinión de hormiga ante una gran paradoja. 
Las personas debemos ser felices trabajando, o es una condición impuesta para incrementar la productividad sin darnos cuenta...¿Debemos ser felices trabajando? ... O... ¿quizá deberíamos dejar de ser hormigas e intentar transmutarnos en cigarras?
¿Qué opináis?

Os dejo con estos dos vídeos: uno "Pequeños, paradigma de la vida laboral" y otro del lúcido José Luis Sampedro "¿Qué es la sabiduría?"  para concluir este post...pre-navideño










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