lunes, 9 de febrero de 2015

NO TE CORTES LAS ALAS TU MISMO

Hoy hemos estado hablando con los alumnos de informática de segundo sobre los precios que poner a los servicios para los proyectos... Hemos tenido un debate interesante, de si ponerlo barato, si ponerlo caro...
Me ha dado la sensación de qué siempre pensamos que los demás lo hacen mejor, y que "otros" profesionales si que pueden pedir lo qué quieran y nosotros no.
Mi opinión es que tenéis que daros valor y hacer las cosas bien. Pero para que la gente crea en vosotros, primero tendréis que creer vosotros en vosotros.
Como en otras ocasiones pasa,  por casualidad, estaba leyéndome un libro, muy recomendable por cierto "Superprofesional" de Alfonso Alcántara, y he visto una especie de cuento que refleja un poco este diálogo que hemos tenido.

Os lo transcribo literal:

" Una familia llamó de urgencia a un fontanero para poner un parche a una tubería. El fontanero replicó:
- Lo que hay que hacer es cambiar todo el sistema de fontanería de la casa. 
Los dueños estaban de acuerdo, pero tenían prisa porque el agua lo encharcaba todo y de momento no tenían dinero.
- Haga el arreglo y ya le llamaremos para cambiar toda la fontanería.
El fontanero solucionó el problema y cobró barato en espera de poder encargarse más tarde de la gran obra pendiente. Puso el parche muy bien para mostrar su competencia, tan bien que no hubo más fugas, por lo que los dueños de la casa perdieron la prisa.
Un año y medio después, la familia al fin se decidió a cambiar la fontanería completa. Habían podido ahorrar gracias al arreglo del fontanero y querían griferías de diseño, baños de mármol, hidromasaje y más lujos.
El contrato era cuantioso y otras empresas de fontanería presentaron sus ofertas junto con la del fontanero. Los propietarios, cuando valoraron la propuesta del humilde profesional, pensaron: "Éste es un parcheador, un chapuzas, no es quien necesitamos para nuestra selecta reforma".
Moraleja: si pones parches, serás "el de los parches"


2 comentarios:

  1. En la mayoría de los casos, nuestros propios censores somos nosotros mismo.Hay que dejar el pero de lado y vivir los sueños, para pasar de la idea a la obra. No pasa nada. Somos humanos, nos confundimos, el único fracaso es no intentarlo, por lo menos para mí.

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  2. Moraleja 2,cobrarles mucho por el parche,y la obra que la haga quien quiera

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